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Desarrollo de la crisis socialista latinoamericana (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

"No puede existir una ciencia sociológica sin
una teoría y sin una técnica de
investigación. Sin una teoría, o sea sin un cuadro
categorial depurado y un esquema unificador, lo que se llama
sociología no solo será ciencia, sino que
carecerá de significación para la
investigación concreta y la resolución de los
problemas sociales del día. Sin una técnica de
investigación definida, o sea sometida a cánones
rigurosos, la investigación social no solo es infecunda,
sino que invita a la acción siempre dispuesta del
charlatán y del audaz."

Es muy nítido en J.M. Echavarría en
concebir a la sociología como ciencia empírica,
concepción que también compartirán los dos
restantes sociólogos nombrados. En lo que respecta a la
metodología usada, se sostiene por sus críticos que
esta corriente sociológica predominaba en forma
hegemónica el método funcionalista, desechando a
priori el método marxista. Esta afirmación peca de
ser muy categórica dado que en el caso de F.
Florestán Fernández a través de su libro,
"Fundamentos empíricos de la explicación
sociológica", deja en claro; A) problemas y el
método dialéctico marxista, para otros. B) y que el
primer método nombrado es tomado como uno de los
métodos, pero no es el único al cual la
sociología toma como recurso para el análisis de lo
social, que es factible utilizar el método estructural
– funcionalista, para analizar aciertos.

Recogiendo los aportes de Weber, Durkhein y Marx, pero
de una manera que el sociólogo Aldo Solari sintetiza en
forma clara diciendo que:

"Sería grave error, creer que Florestán
Fernández se propone amalgamar la contribución de
estos autores. En primer término de lo que se trata es de
reconocer la legitimidad y la fecundidad de principio de las
aportaciones de cada uno de ellos para la solución de
ciertos problemas específicos de la sociedad. En segundo
lugar, el autor explora si estas aportaciones tienen o no
algún valor para otros campos. En tercer lugar, no se
trata de aceptar, pura y simplemente la herencia intelectual
recogida ni de asumirla sin critica, ni de mezclar las diferentes
aportaciones indiscriminadamente."

En lo que respecta a Medina Echavarría y Gino
Germani, en sus concepciones metodológicas, el primero
para Aldo Solari… "va mucho más allá del
funcionalismo y el segundo se identifica más a esta
posición."
Pero lo que queda claro, para el
sociólogo uruguayo recién mencionado es que existe
una influencia importante del método funcionalista en
estos autores.

En lo que se refiere al tercer punto, que
trataría de la relación de la sociología con
la realidad. Los tres sociólogos citados coinciden en que
la sociología científica, tiene que ser un
instrumento esencial para el conocimiento de las sociedades
latinoamericanas y de su desarrollo.

Esto se une a dos conceptos básicos, el primero
es de la objetividad con que se la trata a esta ciencia
empírica que es la sociología; el segundo es de la
idea de la neutralidad valorativa de la ciencia, tema que es en
si un aspecto de toda una concepción de la ciencia que no
solo es para G. Germani (sociólogo más
representativo de esta concepción) la verdadera y la que
por esencia se necesita afirmar en la situación de America
Latina. Dado los excesos de ideologismo que muchas veces
empañan los análisis científicos en lo
social.

Por último, el cuarto punto hace referencia a lo
que sería una teoría del cambio social, enmarcando
dentro de los parámetros teóricos y
metodológicos de la sociología científica.
Podemos como ejemplo más representativo de esta
concepción de cambio de la nombrada corriente intelectual
a Gino Germani. Que en su obra "Política y sociedad en una
época de transición" hará referencia a la
situación de America Latina que según el nombrado
sociólogo se encuentra en una "era de
transición."
En la cual las sociedades
latinoamericanas pasarían de una sociedad tradicional a la
sociedad moderna. La transición es la lucha por la
modernización de estas sociedades. En esta teoría
del cambio social, esta concepción dicotómica,
sociedad tradicional versus sociedad moderna, es un pilar
fundamental en la cual se basará la sociología
científica para sus análisis
sociológicos.

La sociedad tradicional se caracterizaría por ser
una sociedad de base rural, en la cual en sus estructuras
económicas predominan el latifundio y el minifundio
carente de toda tecnificación. Donde la vieja clase
oligárquica hegemonizan económica, política
e ideológicamente este tipo de sociedad y se resiste a
toda forma de modernización económica. Por
último completa el cuadro una masa campesina analfabeta
con alto grado de religiosidad en su cosmovisión del
mundo. Todo esto se contrapone a la sociedad moderna que tiene
como características: 1) Ser una sociedad de base
industrial, en lo económico. 2) Un alto grado de
desarrollo científico. 3) Un alto proceso de racionalidad
instrumental de la sociedad, que deja de lado planteos de
carácter irracional o pseudo – metafísicos.
4) Un gran avance de secularización en lo cultural y
educativo. 5) Un desarrollo de los sectores medios urbanos y el
empresariado industrial, que son las fuerzas modernizadoras de la
sociedad.

El cambio de una sociedad a otra se realiza en una etapa
de transición que resumidamente, se caracteriza en: 1a) Un
mayor desarrollo de la racionalidad científica en
contradicción a la religiosidad de base rural. 2a) Una
institucionalización del cambio en las diversas esferas
sociales. 3a) Un alto grado de diferenciación y
especialización de las profesiones e instituciones
educativas.

Es así que, como dice Pedro Morande: "Con este
paradigma queda predeterminado el temario de la
sociología. Se tratará de una disciplina consagrada
al estudio del cambio y la planificación social que sirve
a la vez, de modo práctico, a los gobiernos e
instituciones sociales empeñadas en promover el desarrollo
y la modernización."
Es claro que el status-rol de la
sociología en America Latina de los años cincuenta
y principios de los sesenta del siglo pasado. Es estar consagrado
al estudio del cambio y la planificación social siendo
funcionales en términos prácticos aquellos
gobiernos nacionales e instituciones sociales empeñadas en
llevar adelante el desarrollo y la
modernización.

Hay otro punto, el Max Weber (como teórico de la
modernidad y la modernización capitalista en occidente)
que se enseña es la lectura que hace del mismo la
sociología norteamericana a través de sus
universidades que albergan a licenciados latinoamericanos. En
relación a este tema Pedro Morande dice lo
siguiente:

"En el ámbito de la sociología, como en
todos los demás, se reproducen también estas
tendencias y circunstancias. Desde Estados Unidos comienza a
difundirse un paradigma de "sociología científica"
y, al mismo tiempo, las universidades norteamericanas abren sus
puertas para recibir a post- graduántes latinoamericanos.
La problemática que se difunde y enseña es
conceptualizada teniendo como punto teórico de referencia
la obra de Max Weber. Ya no es, sin embargo, el Weber original,
sino una traducción norteamericana. Es un Weber de
espaldas a la historia, habiendo sido el de historiador uno de
sus oficios más queridos. Esta mutación se impone
por la pretensión de la sociología norteamericana
de postguerra de convertirse en paradigma universal y de
fundamentar justamente en esta universalidad su carácter
científico.

De la obra de Weber se extraen los conceptos
básicos acerca de la acción social, especialmente
aquellos relativos a la acción social racionalmente
orientada, y se los convierte en taxonomía para la
clasificación de cualquier constelación de acciones
observables. La intención original de Weber al formular
sus conceptos parece haber sido otra. Su propósito es
comprender la historia social y política de occidente a
partir de dos hechos básicos constitutivos de la
modernidad: el triunfo de la ciencia racional y su creciente
aplicación al ámbito de la producción de la
administración en términos de una
organización funcional de las actividades
sociales.

Por importantes que estos dos hechos fueran en si
mismos, su comprensión sociológica no podía
separarse de la referencia a una cultura especifica en un momento
histórico especifico. Norteamérica, en cambio,
concebida a si misma como arquetipo de la modernidad, transforma
esta problemática histórica y cultural en una
teoría sistemática para el cálculo de
optimización entre medios dados y fines posibles. La
racionalidad del mundo moderno es vista en adelante, como un
problema meta-teórico por encima de su propia
historicidad."

De esta larga cita se desprende que la sociología
científica en su versión latinoamericana mantiene
estrechos vínculos intelectuales con el paradigma de
modernidad y modernización que sustenta la
sociología científica norteamericana. Esto se hace
mediante la versión que difunden las universidades de los
EE.UU. a los alumnos latinoamericanos del marco conceptual del
sociólogo alemán Max Weber. La versión o la
interpretación que dan estas instituciones educativas
yanquis de Weber, según P. Morande, se centra en darle la
espalda a la historia, particularmente a la historia de
occidente. Se cae en un reduccionismo total se lo circunscribe o
se saca de su pensamiento sociológico los conceptos
básicos acerca de la acción social. Como lo dije
más arriba a M. Weber se lo deslinda del momento
histórico y cultural específico. El problema de la
modernidad y la modernización que M. Weber analizó
se lo toma como un paradigma que está mas allá de
la historia concreta del cual surgió.

En resumen, se pasará a citar a Roberto
Briceño León y Heinz R. Sonntag que se refieren a
la sociología latinoamericana de la posguerra en
relación con el cambio social. Es así que, dicen lo
siguiente:

"Por eso la sociología latinoamericana ha sido
vivida como un instrumento del cambio social, en tanto que
procuraba transformar la sociedad, ya sea la tradicional para
llevarla hacia la modernidad o la impuesta para volverla a sus
orígenes. Una parte de ella se inspiró en la
concepciones de Max Weber en torno a la tendencia indetenible de
la racionalidad instrumental en tanto que característica
de Occidente; otra, en las teorías de Spencer y de la
antropología norteamericana del continuo de la sociedad
folk hacia la sociedad moderna, para mezclarlas e impregnarles su
propia orientación (como señalaremos
recientemente). De ahí surgieron, en las décadas de
los cincuenta y los sesenta, los célebres textos de
José Medina Echavarría y de Gino Germani sobre la
sociología de la transición, que es la de la
modernización, incorporada incluso en el cuerpo
doctrinario de lo que fue la teoría más influyente
del desarrollo económico del mundo subdesarrollado o "en
vías de desarrollo": la de la Comisión
Económica para America Latina y el Caribe
(CEPAL)…"

De lo citado se desprende que la sociología
latinoamericana de la posguerra a la hora de analizar el cambio
social en America Latina en uno de los que se inspiro es en el
marco teórico weberiano. En la década de los
cincuenta y los sesenta los análisis de José Medina
Echavarría y de Gino Germani sobre la sociología de
la transición, que es la de la modernización (del
continente latinoamericano) se incorporo incluso en el cuerpo
doctrinario de la CEPAL.

Las
críticas a la sociología científica y la
sociología
crítica o comprometida

A fines de la década de los cincuenta y a
comienzos de la década de los sesenta del siglo pasado. El
mundo y el continente latinoamericano experimentaron una serie de
cambios geopolíticos de gran influencia en las sociedades
de las colonias o semicolonias pertenecientes a las
metrópolis capitalistas. Al término de la segunda
guerra mundial determino grandes cambios en el escenario
político de Asia, donde las presiones anticolonialistas
acumuladas desde comienzo del siglo XX estallaron entonces de
modo irresistible. Los nacionalistas asiáticos,
aprovechando la posición que habían adquirido y la
debilidad de las potencias europeas, quebrantadas por la guerra,
condujeron a sus países respectivos hacía la
independencia.

La guerra involucro directamente a gran parte de los
pueblos asiáticos, que habían luchado contra los
japoneses o proporcionado a los países colonialistas
tropas empleadas más tarde contra las fuerzas del este en
África y en Europa. Los sikhs, los gurkhas y los malayos
habían prestado a sus dominadores un servicio demasiado
grande para no pretender a cambio la independencia nacional o la
liberación del yugo colonialista. Naturalmente no todas
las potencias imperialistas aceptaron la voluntad de
independencia de sus colonias. En Vietnam los guerrilleros de Ho
Chi Minh, aunque habían derrotado a los japoneses y
fundado un Estado autónomo se vieron obligados a tomar las
armas que acababan de dejar, para iniciar esta vez la larga lucha
de liberación contra los franceses.

Indonesia, que había declarado desde 1945 su
voluntad de independencia se vio sometida a una dura
represión por parte de los holandeses. Pero la
descolonización era una necesidad histórica. Gran
Bretaña, dominadora secular del continente
asiático, se rindió ante el nacionalismo indio. El
15 de Agosto de 1947 la antigua "perla" del imperio
británico recibió los poderes que todavía
ejercía sobre ella la corona inglesa. A la vez que la
República India nacía el Pakistán, formado
por los territorios situados al este y al oeste de la antigua
colonia Británica y Birmania. La conquista de la
independencia era solo el primer paso hacía la
solución de los enormes problemas que pesaban sobre
aquellos países, caracterizados por estructuras
económicas y sociales muy atrasadas.

Jwaharlal Nehru llamado Pandit ("El sabio") hombre que
recogiendo la herencia de Gandhi y colocado a la cabeza del
congreso había conducido a los indios hacía la
independencia. El país se había liberado del
colonialismo británico, pero heredaba de éste los
elementos que lo caracterizaban. Después de la
independencia continuaban en los puestos de mando los
representantes de las clases privilegiadas a quienes los ingleses
habían ayudado a sobresalir con objeto de introducirles en
su gobierno y su economía. La estructura social amenazaba
perpetuar las funciones típicas del colonialismo: arrancar
de los campesinos impuestos y productos de la tierra, en
beneficio de los grandes latifundistas y de las arcas del Estado,
sin tener en cuenta los intereses de esta parte de
población, última en la escala jerárquica, y
sin embargo la única que produce. En el sector industrial,
el capitalismo indígena, nacido con el dinero
sustraído de la tierra y con la ayuda de la
financiación británica, continuaba con los
métodos y los objetivos del colonialismo.

Pocos pero poderosos grupos monopolistas controlaban por
completo el sector industrial y sobre todo el financiero, dando
vida a un modelo de capitalismo notablemente concentrado y a una
restringida clase alto-burguesa que detentaba gran parte de la
renta nacional. Hacía 1950 apoyado en el ala izquierda del
Congreso, Nehru parecía decidido a reaccionar contra
aquella situación impulsando la vida económica y
socializando la mayor parte de los recursos del país. El
estadista hindú centraba el problema del desarrollo sobre
la planificación económica y el control estatal de
la política productiva y financiera, adoptando
instrumentos típicos del socialismo.

La burguesía del país acepto de buen grado
el primer plan quinquenal (1951-1956) considerando que era un
medio idóneo para limitar la dependencia nacional del
capital extranjero e iniciar su crecimiento industrial y
agrícola, dejando al Estado la responsabilidad de las
grandes inversiones. La energía de Nehru en afrontar los
problemas de su país y la importancia de los objetivos que
se fijó atrajeron sobre la India la atención de
todo el mundo, y en especial la de los demás estados
asiáticos; las dificultades debidas a las estructuras
internas y a la dependencia financiera del exterior eran comunes
a todos los países de Asia.

Consciente de esta realidad, Nehru fue quien primero
intuyó la necesidad de crear entre todos los países
subdesarrollados un frente único capaz de proteger su
desarrollo. El 3 de Noviembre de 1948, hablando por primera vez
ante las Naciones Unidas, el estadista hindú se presento
como portavoz del Asía entera que, en el inicio de una
vida nueva requería el término del colonialismo y
emprendía la solución de sus problemas
económicos. La teoría defendida por Nehru sobre la
preeminencia del desarrollo económico respecto de los
contrastes políticos constituyó el eje de su
línea neutralista. Ésta tendía a colocar a
la India en una posición de equidistancia entre los dos
bloques surgidos, al comienzo de la "guerra fría" y a
promover la creación, junto con los demás
países subdesarrollados, de una "tercera fuerza" que
desarrollase un papel autónomo para asegurar la paz
mundial.

La posición de equidistancia entre los EE.UU. y
la URSS permite también disfrutar de ayudas
económicas de ambas partes, sin caer bajo el control de
ninguna. La guerra de Corea, iniciada el 25 de junio de 1950,
haciendo estallar las contradicciones de la "guerra fría"
precisamente en Asía y comprometiendo de modo directo a la
China comunista, pareció frustrar las esperanzas de la
India. Pero en realidad fueron justamente las repercusiones
internacionales de la crisis coreana las que hicieron posible la
adhesión de los países del "tercer mundo" a los
principios del neutralismo activo. De la renuencia india a
condenar a la República Popular de China en cuanto
agresor, se formó en la ONU el grupo de los 12
"países amantes de la paz" formado por las nuevas naciones
asiáticas, como Birmania, Indonesia y Pakistán, y
los países árabes, como Egipto.

Este grupo formuló proposiciones para resolver la
crisis coreana y pidió, contra la voluntad de los EE.UU.,
que China comunista fuera aceptada en el supremo organismo
mundial. Los frutos de la cohesión nacida en el seno de la
ONU fueron recogidos en 1954, India, Ceilán, Indonesia,
Birmania y Pakistán se reunieron entonces en Colombo el 28
de Abril al 2 de Mayo. La conferencia se desarrolló en un
momento muy importante de la historia de Asia; los guerrilleros
vietnamitas, que llevaban años luchando contra los
franceses, estaban a punto de obtener su victoria más
brillante. En Febrero habían cercado en Dién
Bién Phu a las fuerzas francesas que el 7 de Mayo se
vieron obligados a rendirse.

Esta victoria destruyó el mito de la
invensibilidad militar del imperialismo occidental suscitando en
Asia una oleada de admiración hacía las tropas de
vietminth y reforzado el deseo de unir los esfuerzos de todos
para una política anticolonialista común. En este
sentido Nehru formuló en Colombo proposiciones para alto
el fuego y el inicio de negociaciones entre franceses e
indochinos. Pero no todos compartían el entusiasmo por los
éxitos del vietminth ; el delegado pakistaní
llamó la atención acerca del peligro que
comportaban los matices comunistas de la lucha del pueblo
vietnamita por una parte, países como la India
habían elegido una vía autónoma, libre de
cualquier instrumentalización o injerencia externa, viendo
en el conflicto indochino sobre todo una lucha anticolonialista;
por otra, países como Pakistán y las Filipinas
enfrentados a los condicionamientos de la "guerra fría",
habían optado por el bloque occidental.

Aunque en Colombo lograra evitarse la ruptura y Nehru
fuese reconocido como guía de la nueva Asia, pocos meses
después Pakistán se adhirió al Tratado de
Defensa del Sudoeste Asiático (SEATO). Esta alianza,
promovida por Washington para crear un cinturón armado en
torno a China comunista, se firmó en Manila el 8 de
Septiembre de 1954. Además de los EE.UU. y Pakistán
formaban parte Francia, Gran Bretaña, Australia, Nueva
Zelandia, Tailandia y Filipinas. La India supo reaccionar ante
aquellas iniciativas peligrosas para el movimiento neutralista. A
fin de impedir que la "guerra fría" cayese sobre
Asía, Nehru considero oportuno insertar a China comunista
en el contexto internacional, presentándola como potencia
"amante de la paz", aunque estuviera vivo todavía el eco
de las reacciones que había suscitado la ocupación
del Tibet por el ejercito comunista chino (1950).

En este contexto en Abril de 1954 el primer ministro
indio firmó en Pekín un tratado que
reconocía la situación establecida en 1950 con el
paso del Tibet a la soberanía china. La importancia de
este acuerdo no residía tanto en la regulación del
asunto tibetano como en la enunciación de una plataforma
común para la solución de eventuales controversias
futuras entre ambos estados, articulada en los llamados "cinco
puntos", a saber: mutuo respeto a la integridad territoriales y
las soberanía de otro país firmante; no
agresión; abstención de interferencia en los
asuntos internos de la otra parte; igualdad y ventajas
recíprocas; coexistencia pacifica.

Los "cinco puntos," al margen del limitado ámbito
de las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi, fueron
asumidos como principio universal de las relaciones de los
estados asiáticos y de las internacionales en general. De
esta manera se convirtieron en la base de la cohesión
entre los países del "tercer mundo" reunidos en Bandung
(Indonesia), por una iniciativa adoptada por los países
participantes en el encuentro de Colombo, con objeto de
consolidar y ampliar el movimiento neutralista. En la conferencia
de Bandung, iniciada el 18 de Abril de 1955, participaron los
delegados de 29 naciones asiáticas y africanas, en
representación de 1.350 millones de personas.

La presencia de China comunista junto a los
países que proclamaban el neutralismo reforzaba el
significado antiimperialista y antioccidental de la
reunión. Pero no implicaba que Pekín aceptase la
tesis neutralistas: en efecto, la República Popular China
estaba entonces integrada en el bloque oriental. La importancia
de su participación en los trabajos de Bandung era
más bien otra. Para los países que, como la India,
habían abrazado la tesis neutralista, ello significa el
rechazo de China a las divisiones ideológicas de la
"guerra fría" en el seno de Asia. Para los demás
constituía, o mejor, hubiera debido constituir, la prueba
de que aquel país comunista no pretendía basar su
política exterior en la expansión de su propio
modelo revolucionario. El primer ministro y ministro de asuntos
exteriores chino, Chu En – Lai, supo disipar los temores,
mostrándose respetuoso, hacía el modo de vida y los
sistemas políticos y económicos adoptados por los
demás pueblos.

Sobre el derecho a adherirse a pactos militares con las
grandes potencias, se mostró incluso más
conciliador que Nehru, quien había rechazado con
intransigencia aquella eventualidad. El mayor éxito del
jefe de la delegación china consistió en haber
conseguido presentar la revolución china como
solución nacional, libremente brotada del pueblo, para los
problemas que afligían en igual medida a los demás
países presentes en la conferencia. Era un ejemplo que
todos ellos hubieran podido seguir. Al término de la
conferencia se tuvo incluso la impresión de que Chu En
– Lai hubiera logrado desplazar a Nehru en su papel de
guía del "tercer mundo". China había demostrado
integrarse completamente en las instancias internacionales de los
países afroasiáticos, pero además, los
éxitos que su revolución interna podía
exhibir colocaban su modelo de desarrollo como alternativa frente
al que hasta entonces había propuesto la India. Hasta 1958
la India pareció satisfacer las condiciones que los
comunistas chinos estimaban necesarias. Los métodos y los
objetivos adoptados por Nueva Delhi para el desarrollo interno
del país parecían asegurar una independencia
relativa respecto de las fuentes exteriores de
financiación, fortalecimiento por consiguiente la
capacidad de rechazar un "chantaje" internacional de cualquier
género.

Pero ya hacía 1955 los propósitos
renovadores de Nehru comenzaban a estrellarse contra la voluntad
conservadora de los restringidos puntales económicos y
políticos de la sociedad india. La reforma de la
agricultura había sido superficial y el ala izquierda del
Congreso perdía progresivamente su influencia;
además, el segundo plan quinquenal resultó
totalmente incapaz de acelerar el ritmo de desarrollo del
país. La burguesía india malgastó el
excedente económico en inversiones a corto plazo en
sectores especulativos, en vez de encaminar sus recursos, junto
con los del Estado, hacía la realización de las
estructuras productivas esenciales para un desarrollo
orgánico.

El fracaso del plan acarreó un endeudamiento
creciente respecto del exterior, ya que para compensar los fallos
internos la India, se vio obligada a recurrir cada vez más
a los préstamos extranjeros. La libertad ganada con la
independencia corría peligro de verse comprometida de
manera irreversible. En 1956 Nehru acudió a los EE.UU.
para solicitar una serie de ayudas económicas, pero los
norteamericanos le concedieron créditos inferiores a las
necesidades y a las expectativas indias. Entonces Nueva Delhi
recurrió a la URSS que en Noviembre de 1957 le
otorgó un préstamo considerable a bajo
interés. Ello señaló el comienzo de una
masiva penetración soviética en
Asía.

En el transcurso de su "viaje de la paz" por las
principales capitales del continente asiático, (Noviembre
de 1955), Kruschev visitó también la India. Tras
haber confirmado su adhesión a los "cinco puntos" ante el
parlamento de Nueva Delhi, afirmó que compartía por
completo el anticolonialismo y el deseo de independencia
política y económica de la India. Pero la
aproximación a la URSS y el correspondiente enfriamiento
de las relaciones con los EE.UU. acabo debilitando la
posición internacional de la India en cuanto guía
del neutralismo. En Julio de 1956, Nehru, Tito y Nasser se
reunieron en Brioni (Yugoslavia) para discutir los problemas de
los países no alineados. Con aquel encuentro el progreso
iniciado en Bandung abandonaba los límites
geográficos, pero al propio tiempo desplazo a segundo
plano el papel de la India.

A finales del año siguiente se reunió en
el Cairo las conferencias de solidaridad afroasiática, a
la que también acudió la URSS, con mayor peso que
otras veces. Los graves problemas suscitados por la lucha de los
países del "tercer mundo" sujetos aún a
régimen colonial hallaron en la India un defensor cada vez
menos activo tal fue el caso de la guerra de liberación
argelina. Mientras en 1958 la China popular reconocía
inmediatamente al gobierno de los rebeldes argelinos,
anticipándose incluso a la URSS, Nehru adoptó una
actitud muy cauta. La India tomó también un
compromiso de circunstancias ante la crisis de oriente medio en
1958 tras la intervención armada de Inglaterra en Jordania
y de los EE.UU. en el Líbano. El gobierno de Pekín
en cambio, amenazó con enviar voluntarios.

La posición de China popular se alejaba
también notablemente de la asumida por la URSS, mucho
más cauta. Fue uno de los primeros síntomas del
naciente antagonismo entre los dos mayores países
comunistas que se revelaba sobre todo en la sustancial
ambigüedad establecidos en las relaciones entre Nueva Delhi,
Moscú y Pekín tras el apoyo económico y
político prestado por el Kremlin al gobierno de Nehru.
Según Pekín la India no ofrecía sobre sus
deseos de comprometerse en la lucha contra el imperialismo
occidental. Las fuerzas más conservadoras de la
burguesía india se habían impuesto, la reforma
agraria estaba bloqueada y la economía se apoyaba
únicamente en la aportación de capitales
extranjeros.

La estrategia de China popular aconsejaba apoyar a la
izquierda india, en vez del afianzamiento de las posiciones de
Nehru; en cambio, la política de Moscú
parecía confirmar la convicción de Pekín
según la cual los soviéticos se presentaban en la
escena política de Asia, no tanto para prestar una ayuda
válida a la lucha contra el imperialismo occidental como
por erigirse, también en aquella parte del mundo, como
únicos interlocutores de los EE.UU. En 1958 los chinos
provocaron una crisis en torno a Formosa, bombardeando las islas
de Quemoy y Matsu, justamente para poner aprueba a los dirigentes
del Kremlin. Las reacciones soviéticas, tardías y
prudentes, demostraron que Kruschev no quería romper el
diálogo recién iniciado con Washington para
defender las posiciones de China popular. Finalmente, 1959 los
soviéticos impugnaron unilateralmente un tratado secreto
firmado pocos años antes con Pekín por el que se
comprometían a ayudar a los chinos en la
fabricación de la bomba atómica.

Aquel mismo año Kruschev viajo a
Norteamérica para reunirse con Eisenhower en Camp David,
sin haber informado de antemano a los dirigentes de Pekín.
La distensión en la URSS y los EE.UU. agravaba la
posición de China popular, que además de contar con
la hostilidad estadounidense, debía combatir
también en el seno del campo socialista para no quedar
marginada por la política de Kruschev, encaminada aun
entendimiento directo y exclusivo con Washington. Empeñado
en el esfuerzo económico del "gran salto adelante",
Pekín necesitaba rodearse de Estados que pudieran oponerse
a las maniobras de ambos bloques. La India no podía sacar
ventaja alguna de su amistad con China popular, pero sí
podía obtenerla, tanto por parte norteamericana como
soviética, practicando una política
antichina.

Además actuando como contrapeso de China popular,
Nueva Delhi conservaría la posición de privilegio
entre los países del "tercer mundo" que amenazaba perder
al distanciarse de los principios del movimiento neutralista. Las
diferencias entre las dos potencias asiáticas salieron a
la luz publica en 1959, al estallar una revuelta antichina y
anticomunista en el Tibet, tras la que el Dalai Lama se refugio
en la India. Tropas chinas intervinieron para sofocar la revuelta
y Nehru condenó a China popular por la represión
efectuada. La tensión entre ambos Estados culmino en 1962
con un enfrentamiento de grandes proporciones en las fronteras de
la India; la URSS apoyó inmediatamente al gobierno indio,
evidenciando cuán grave se había hecho su ruptura
con Pekín.

Los modelos de desarrollo indio y chino, presentados en
Bandung como alternativa pacifica en nombre de la lucha
común contra el colonialismo y el subdesarrollo, acabaron
resultando inconciliables. En contraposición a la
coexistencia pacifica propuesta por la URSS China popular
acentuó los aspectos más intransigentes de sus
análisis políticos. Al propio tiempo, la India
terminaba su trayectoria en la conferencia de países no
alienados que se celebro en Belgrado en 1961. Nehru sello
allí prácticamente aislado, hostil a la
convocatoria de la conferencia, ni siquiera había
participado en sus preparativos. Su intervención en la
misma, genérica y superficial, fue criticada con dureza
por los chinos, que se negaron a enviar delegados, al no estar de
acuerdo en la elección de Belgrado, capital del
"revisionismo" yugoslavo.

De todos modos, Pekín acogió con
entusiasmo la confirmación del neutralismo inaugurado en
Bandung, extendido ya gracias a la presencia de los delegados
latinoamericanos. Pero las esperanzas suscitadas en el "tercer
mundo" por el movimiento neutralista en cuánto posibilidad
de llevar una política autónoma, se estrellaron
contra la voluntad norteamericana y soviética de mantener
incompleto control sobre la vida internacional. El primer indicio
de esta tendencia fue la nueva política soviética
hacía la India, anticipo de una iniciativa análoga
por parte de los EE.UU. J. F. Kennedy, consciente de los riesgos
que podía comportar la mayor sensibilidad soviética
en los problemas del "tercer mundo" abandonó la condena
del neutralismo y la actitud de intransigente anticomunismo del
decenio anterior.

Proponiendo la concesión de ayudas
económicas a los países del "tercer mundo", incluso
a los regidos por los gobiernos más progresistas
(sospechosos antaño de hacer el juego al comunismo), se
colocaba en abierta competencia con la política de
Moscú. Las consecuencias del interés de ambas
superpotencias en asumir el control, de los países que
hasta aquel momento habían conseguido sustraerse a su
injerencia directa, condujo durante el decenio de 1960 a una
cadena de crisis locales y a la fragmentación de la
solidaridad asiática. Al conflicto chino – indio de
1962 siguió en 1965 la guerra entre India y
Pakistán por el control del territorio de Kasismir. Aquel
mismo año la crisis indonesia, durante lo que el partido
comunista sufrió una durísima represión,
demostró que Moscú prefería el apoyo del
gobierno nacionalista filosoviético de Sukarno a la
supervivencia del movimiento comunista indonesio de
inspiración china.

Pero la crisis más grave se produjo en el
sudoeste asiático. Ya inmediatamente después de la
derrota francesa en Dién Bien Phu, los EE.UU. comenzaron a
llenar el vacío que Francia dejaba en indochina. Vietnam
salía de la guerra de liberación dividido en dos
estados: el del norte, controlado por los comunistas de Ho Chi
Minh; y el sur, apoyado en seguida por Washington. La
escisión del país hubiera debido ser provisional:
los acuerdos de Ginebra de 1954 establecían elecciones a
celebrar al cabo de dos años para decidir la
unificación pero esta cláusula no se aplico nunca.
Como jefe del gobierno de Vietnam del sur actuaba el
católico Ngó Dinh Diem, autoritario y corrompido,
que acabó granjeándose la hostilidad de los
budistas a quienes amenazaba en su libertad religiosa.

Estos, aunque en principio eran contrarios al comunismo
comenzaron a relacionarse con los ambientes de la guerrilla
partisana de inspiración comunista que continuaba viva en
el sur tras las división del país, la lucha armada
contra el régimen de Diem se intensifico a partir de 1959
hombres y armas afluían en cantidad creciente del Vietnam
del Norte en ayuda a los rebeldes, llamados comúnmente por
sus enemigos Vietcong ("vietnamitas rojos") y organizados en un
movimiento al que se había dado el nombre de Frente
Nacional de Liberación de Vietnam del Sur. Comenzaba
así a producirse una reacción en cadena. En el
marco de su política de penetración en el "tercer
mundo" J. F. Kennedy consideró que debía apoyar al
gobierno de Saigón.

En 1961 los consejeros militares norteamericanos,
presentes en Vietnam del Sur desde 1954, alcanzaron la cifra de
15.000; en años sucesivos los EE.UU. pasaron a la
intervención directa cada vez más masiva. En 1964,
el congreso autorizo al presidente norteamericano Lyndon B.
Johnson a que tomase las medidas que considerarse oportuna "para
manejar la paz y la seguridad" en Vietnam. Se iniciaron
así los intensos bombardeos sobre Vietnam del Norte. La
crisis indochina se estaba agravando hasta el punto de hacer
peligrar la distensión internacional. El intenso
compromiso militar de los EE.UU. no logro detener las acciones
del Vietcong, organizados con la técnica de la guerrilla
por el general norvietnamita Vo- Nguyen, llamado Giap
artífice de la victoria de Dién Bien Phu en 1954
sobre los franceses.

En 1968 el Frente de Liberación Nacional, apoyado
por fuerzas regulares norvietnamitas, desencadeno una gran
ofensiva en todo Vietnam del Sur, llevando sus acciones de
guerrilla hasta la misma capital, Saigón. El 31 de Octubre
de 1969 el presidente norteamericano L. Johnson ordenó
suspender los bombardeos sobre Vietnam del Norte,
condición preliminar para la iniciación de
negociaciones con vistas a una solución diplomática
del conflicto. A comienzos de 1969, los informes de los servicios
de inteligencia norteamericanos ya no ofrecían
ningún optimismo "Estamos convencidos de que, a pesar
de nuestro potencial militar, jamás podremos vencer en las
junglas. Los bombardeos sobre Vietnam del Norte no tendrán
efectos positivos ni militar ni
políticamente."

Richard Nixon, que había vencido al candidato
demócrata Humphrey por amplio margen de votos en las
elecciones de Noviembre, convertiría la paz con honor de
los últimos tiempos de Johnson en una salida con honor, a
través de la llamada vietnamización de la guerra,
consistente en la progresiva sustitución de los soldados
norteamericanos por las fuerzas de Van Thieu, capaces ahora, al
parecer, de defender "solas". El programa de
vietnamización permitió entretener a la revuelta de
la opinión pública norteamericana, mientras se
negociaba en Paris. Tras la victoria de Nixon en las elecciones,
las dos delegaciones sudvietnamitas se incorporaron a la
conferencia, que sin resultados aparentes y con escasas
esperanzas se reunió una vez por semana.

No fue en la avenida Kleber, sin embargo, donde los
planes de paz del adversario se rechazaban
sistemáticamente por cuestión de principios, es
decir, donde se llevo a cabo la negociación decisiva. En
Agosto de 1969, según se sabrá tres años
después, dos negociadores secretos, de los EE.UU. y de
Vietnam del Norte, Henry Kissinger y Le Duc Tho, establecieron
los primeros contactos. Las conversaciones cuatripartitas, que
sufrían continuadas interrupciones, eran la pantalla tras
la que se ocultaba la diplomacia secreta, de la que Nixon se ha
mostrado siempre partidario; ese tipo de diplomacia hará
posible su viaje a China popular, en Febrero de 1972.

El ritmo de la guerra no se redujo con la progresiva
retirada de los soldados. En Marzo de 1970, los norteamericanos
vieron con simpatía un golpe derechista en Camboya, que
apartaría del poder al príncipe Sihanuk, quien en
su difícil equilibrio había accedido a la
instalación de zonas de paso y avituallamiento
norvietnamitas. Los norteamericanos apoyaron a su protegido, el
general Lon Nol, que proclamó la República
camboyana; ello les facilitaba la destrucción de los
santuarios norvietnamitas, extendiendo así el conflicto. A
las ofensivas comunistas en Vietnam del Sur siguieron los
bombardeos de castigo contra Vietnam del Norte.

Ya en la última fase del conflicto los comunistas
desencadenaron una gran ofensiva en la primavera de 1972, seguida
de la consiguiente réplica mortífera,
acompañada ahora del minado de los puertos norvietnamitas.
Desde el mes de Mayo, Kissinger y Le Duc Tho habían
reanudado sus regateos negociadores, de los que pronto el mundo
tuvo noticia. Nixon, candidato a la reelección,
pretendía aparecer como el hombre que ha cumplido su
palabra. En los últimos días de Octubre, Kissinger
anunciaba que "la paz se encuentra al alcance de la mano".
Había ya fecha para la firma de los acuerdos. Fue Thieu,
sin embargo, temeroso de verse sacrificado, escasamente
consultado por su nula representatividad ante el pueblo de
Vietnam (difícilmente puede engañar a nadie, pero
menos a los norteamericanos), el que torpedeó la firma de
los acuerdos en la fecha prevista.

El amplio margen de votos alcanzados sobre su rival
demócrata Mc- Govern, permitirá a Nixon el nuevo
empleo del recurso de la fuerza, entre los días 18 y 29 de
Diciembre, cuando se registrarán sobre Hanoi y Haifong los
bombardeos más devastadores de toda la guerra. Kissinger y
Le Duc Tho volverán a encontrarse en Enero, y el
día 27 las cuatro delegaciones firmarán los
acuerdos. En un plazo de 60 días, Nixon podrá
devolver los últimos soldados a casa y repatriar a todos
los prisioneros que retienen Hanoi y el GRP de Vietnam del Sur.
Durante los próximos meses, los sudvietnamitas se
seguirán disputando posiciones, cara el momento en que
tenga que decidirse el futuro de la zona, y las violaciones del
alto al fuego se contarán por millares.

La ficha de dominó vietnamita ha caído y
los EE.UU. no lo han podido impedir. En la nueva estrategia
política y diplomática de Nixon, que admite incluso
la colaboración con China comunista, los EE.UU. ya no
parecen interesados en el sudeste asiático. Una nueva
aventura ya no será posible, pues el Senado ha bloqueado
los fondos de guerra. El 13 de Junio, las cuatro partes
volverán a reunirse en París para firmar nuevos
compromisos que aseguren el cumplimiento de los
anteriores.

En el continente asiático se da un acontecimiento
político e ideológico, social, cultural y
económico de gran importancia como fue la
revolución china. Este hecho de gran impacto mundial en su
momento. Dado, la dimensión geográfica y el peso
poblacional en el país en que se daba. Como China genero
un cambio geopolítico total en el continente
asiático. Lo primero es empezar por el principio del
relato histórico.

Es así que, la ocupación japonesa de China
y la II guerra mundial no fueron más que una pausa, no
siempre desaprovechada, en la estrategia de la larga marcha, que
Mao Tse- Tung, al frente de un movimiento de amplia base
campesina, había iniciado en 1927 y que llevaría al
establecimiento del socialismo en el antiguo imperio. Los
comunistas de Mao y los nacionalistas de Chang Kai-chek
habían establecido una tregua para hacer frente a la
ocupación japonesa.

Terminada la guerra mundial con la rendición de
Japón, cuando los chinos reanudaron su guerra civil. El
general Marshall, que se encontraba como embajador norteamericano
en Pekín, pudo ver la maquinaria y el armamento que
llegaban de los EE.UU. oxidándose en los puertos
nacionalistas. No ignoraba que el gobierno de Chang
Kai-çhek estaba minado por la corrupción y que los
viejos caciques vendían al pueblo los alimentos que los
EE.UU. enviaban gratis. Durante la guerra, el dólar
había alcanzado valores tres veces superiores en las
provincias dominadas por los comunistas que en las que se
encontraban bajo control del ejercito nacionalista.

Divisiones enteras de Chang Kai-chek se pasaban con su
armamento al ejército rojo de Mao. Marshall sabía
que sin los comunistas sería imposible gobernar China. El
10 de Enero de 1946, en Nankín, consiguió reunir a
Chang Kai-chek con Mao Tse- tung y Chu En-lai. Pretendía
conseguir de los tres el compromiso de un Gobierno de
coalición. Pero las posturas eran irreconciliables. Tan
sólo lograría una tregua que ninguno de los dos
bandos respetó. Cada vez era mayor el territorio dominado
por los comunistas, que contaban con el apoyo de la
población rural.

Después de la batalla de Huau Hai, en la que
durante tres meses (Octubre 1948- Enero 1949) se enfrentaron
600.000 hombres por cada bando, el avance comunista era ya
incontenible. Pekín cayó el mismo mes de Enero,
iniciándose entonces la gran ofensiva hacia la orilla del
Yang Tse, cuyo cruce permitiría el dominio de los
comunistas sobre todo el territorio. Chang Kai-sek, con los
restos de sus ejercito se refugio en la isla de Taiwan.,
estableciendo en Taipeh la capital de la china nacionalista. La
gran ficción de las dos Chinas tiene ahí su
comienzo, una instalada en una isla que los japoneses ocuparon
durante cuarenta años, con sólo tres millones de
chinos que siguieron al ejercito derrotado, que figurará
como miembro permanente del Consejo de Seguridad; otra, con casi
setecientos millones de habitantes, proscripta de la comunidad de
naciones e ignorada.

El 1 de Octubre de 1949, en la plaza Tien An Men de
Pekín proclamó la República Popular china.
Es decir, la asunción del poder por el Partido Comunista.
Mao fue proclamado Presidente por una Asamblea Nacional. La
República Popular china surgió de bases
completamente diferentes a las de la India. Ya durante la lucha
contra los japoneses por la independencia nacional se
había iniciado una completa reestructuración del
aparato económico y social. El primer objetivo del
gobierno de Mao Tse-Tung consistió en la reforma agraria
que en poco tiempo (1949- 1952) modificó por completo la
faz de la China campesina. Se redistribuyo la tierra y los
campesinos se organizaron en cooperativas.

Se establecieron así las premisas de unas nuevas
condiciones sociales y culturales en las que el régimen
anterior no podría ya reconstruirse. El Partido Comunista
Chino tuvo la habilidad de presentar sus directivas
políticas como imperativos morales que una vez aceptadas
pasaban a ser un modelo para el comportamiento individual
garantizando la estabilidad del sistema. En el sector industrial
la China de Mao progresó también notablemente,
explotando el apoyo casi incondicional de las grandes masas
humanas. En política exterior, el régimen comunista
de Mao se vincula a la URSS a través de un pacto de
amistad, alianza y ayuda mutua (1950).

En 1954, la URSS ayuda a la República Popular
China a fabricar su bomba atómica y los técnicos
soviéticos son numerosos en Pekín. En
política interior en el año 1958 se lleva adelante
el llamado "gran salto adelante". Con ello se proponía Mao
movilizar al pueblo para aumentar la producción y fomentar
un desarrollo económico acelerado en la agricultura y en
la industria; capaz de conducir al país a la
autosuficiencia. El Partido Comunista Chino afrontó
también los problemas de la política internacional
considerando necesario para la defensa de los éxitos
internos conquistar un lugar propio en el mundo.

En la realización de este propósito
Pekín encontraba un obstáculo en la política
de los EE.UU., que procuraban crear en torno a China comunista un
"cordón sanitario" impidiendo el reconocimiento
diplomático de su gobierno. Efectivamente, la diplomacia
norteamericana consiguió que el puesto correspondiente a
China comunista en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
quedase en poder de los representantes del gobierno nacional de
Chang Kai-chek. La tensión se acentuó en el verano
de 1958, cuando las tropas de la china popular sometieron a un
intenso bombardeo de artillería las islas de Queroy y
Matsu, situadas en el estrecho de Formosa y ocupadas por los
nacionalistas; aquellas operaciones quedaron sin embargo
abortadas por el apoyo militar que los EE.UU. prestaron al
gobierno de Chang Kai-chek. En su afán de romper el cerco
estadounidense, la República Popular de China se
aproximó al movimiento neutralista capitaneado por la
India. Los países que lo integraban crearían en
torno a China popular una zona donde fuese más
difícil la penetración política y militar de
los EE. UU. Pekín renunciaba a apoyar los ímpetus
revolucionarios de los partidos comunistas presentes en gran
parte de los países asiáticos, prefiriendo mantener
buenas relaciones con los gobiernos legítimos.

En la política interna el régimen
maoísta en el año 1966 lleva adelante la llamada
"revolución cultural". Este es un movimiento que analizaba
la realidad política china de acuerdo con una
interpretación radical del pensamiento marxista. Es decir,
el marxismo-leninismo pensamiento de Mao Tse-tung. La
"revolución cultural" es apoyada y extendida por los
"guardias rojos" grupos de estudiantes organizados que actuaban
como fuerza de choque en el terreno ideológico
fundamentalmente en su primera etapa. En este proceso de cambio
ideológico jugo un gran papel el ministro de defensa del
régimen maoísta Lin Piao.

La "revolución cultural" se basaba en la tesis
maoísta sobre la necesidad de continuar la lucha de clases
incluso después de instaurada el régimen
socialista, a fin de impedir el fenómeno de
involución política y social que pudieran llevar al
restablecimiento de la estructura de tipo capitalista. La
permanente tensión revolucionaria a que de esta revuelta
eran llamadas las masas chinas contrastaba con la política
de coexistencia pacifica perseguida por la URSS respecto del
mundo occidental, contribuyendo por lo tanto a profundizar las
divergencias entre Moscu y Pekín, culminadas en 1969 con
diversos choques armados en las fronteras entre ambos
países.

Estas divergencias entre los gigantes comunistas
habían empezado en el XX congreso del Partido Comunista de
la URSS en el año 1956. En un primer informe, a cuya
lectura asistieron los representantes de los partidos hermanos
Nikita Kruschev acuso a José Stalin de megalómano y
denuncio los errores del culto a la personalidad. En una
sesión a puerta cerrada, después, ante los
delegados soviéticos exclusivamente, Kruschev condena las
concepciones dogmáticas de Stalin en la historia y en la
economía, hace una denuncia de sus crímenes al
tiempo que le responsabiliza de la deportación de pueblos
enteros, así como la muerte de "varios millares de
valientes y honrados comunistas como consecuencia de monstruosas
falsificaciones."

Esta dura crítica a Stalin repercutió
fuertemente en todos los partidos comunistas del mundo entero.
Estando a favor o en contra del informe político de
Kruschev. Es decir, con la política de crítica a la
figura de Stalin. En el Partido Comunista de China dirigido por
Mao hizo una valoración negativa de la política de
crítica a Stalin por parte de Kruschev. Los comunistas
chinos entendían que Stalin había cometido errores
pero sus aciertos en la conducción política e
ideológica de la URSS cuando él estaba al frente
del país fue positivo. En otras palabras, las luces eran
más fuertes que las sombras. En este sentido criticaban
duramente a Kruschev por hacer una valoración muy negativa
de Stalin. De ponerlo como un dios ahora pasaba hacer el
diablo.

Además, veían en esta política
soviética un comienzo de un revisionismo de derechas. Es
decir, en nombre de la crítica al dogmatismo
marxista-leninista de la era staliniana se apartaban de los
principios del socialismo. Los comunistas chinos a diferencia de
los soviéticos mantenían en alto el retrato y la
figura de Stalin. A comienzo de la década de los sesenta
del siglo pasado la polémica chino – soviética se
hizo muy violenta. Es decir, aumento el voltaje los comunistas
chinos atacaban el "revisionismo contemporáneo"
personificado en el "falso comunismo" de Kruschev, mientras los
soviéticos criticaban el "dogmatismo" de los comunistas
chinos.

Los temas que abarco la polémica fueron variados.
Uno de ellos consistió en la estrategia mundial del
movimiento comunista. Desde la publicación en 1960 del
folleto "Viva el leninismo", los chinos fueron
distanciándose explícitamente de la política
que había emprendido la dirección soviética.
Mientras en Moscú se indicaban los peligros de una guerra
atómica para la humanidad y se formulaba una línea
general de coexistencia pacifica con EE.UU. (sintetizada en lo
que se llamo "espíritu de Camp David"), en Pekín se
ponía el acento en la necesidad de impulsar luchas
revolucionarias contra el imperialismo yanqui. Hubo intercambio
de cartas entre los comité centrales de ambos partidos y
por fin, en 1965, los chinos dieron a conocer su propuesta acerca
de la línea general del movimiento comunista, en la que
condenaban en 25 puntos los pilares de la nueva estrategia que
proponían al mundo en lugar de la soviética. Poco a
poco fue abriéndose paso la figura de un comunismo
más revolucionario cuyas filas integraban activamente los
chinos, y un comunismo más dispuesto al compromiso,
concentrado en consolidar su posición sin arriesgar
demasiado, con epicentro en Moscú.

Resulto natural que, junto a la línea general, se
entrara a discutir la política interna de cada Estado.
Para los soviéticos resultaba ajeno al criterio marxista
de dictadura del proletariado el sistema chino,
prodigándole calificativos como el de pequeño
burgués, campesino, gobierno personal de Mao-Tse-tung. En
cambio desde el campo maoísta se consideraba que los
soviéticos habían iniciado un camino peligroso que
los conduciría a la restauración del capitalismo.
Igualmente entró en el juego el plano teórico, La
ortodoxia de Moscú no daba cabida a los experimentos
inusitados que se hacían bajo la jefatura de Mao. En
cambio los chinos conceptuaban las incursiones teóricas de
Kruschev (y posteriormente de Brezhnev) como la más
flagrante revisión del espíritu revolucionario del
marxismo-leninismo.

El clímax se alcanzo cuando en la URSS se dijo
que había concluido la dictadura del proletariado para
sustituirla por el estado de todo el pueblo. Nada pudo irritar
más los ánimos de los partidarios del "pensamiento
de Mao Tse-tung", la disolución de la dictadura del
proletariado era la prueba flagrante de la traición de los
dirigentes moscovitas, de su disposición en abrir paso al
capitalismo y transar con el odioso imperialismo yanqui. Este
último tema ha sido la piedra angular de la propaganda
china. El Estado soviético dicen los comunistas chinos,
degenerado por el "revisionismo" o convertido en social
imperialismo tiende a pactar, o ya a pactado con EE.UU. la
división del mundo en esferas de influencia, lo que
implica un acuerdo para frenar las luchas revolucionarias en
todos los continentes como es lógico, se delinearon dos
estrategias acerca de los movimientos revolucionarios en
Asía, África y América Latina.

Para el comunismo chino convenía impulsar estos
"centros de tormenta", con el afán de acosar la ciudadela
norteamericana. Para la política soviética era
prudente esperar que las respectivas burguesías orientasen
a sus países por la vía del desarrollo industrial,
en la espera de que surgiese en ellos una clase obrera numerosa,
susceptible de admitir términos de comparación con
las conquistas materiales en la URSS y buscar por la conveniencia
económica el acercamiento con esta. Para los comunistas
chinos en la URSS estaba consumada la restauración
capitalista y el acuerdo entre las dos "superpotencias" (los
soviéticos y los norteamericanos) para repartirse el mundo
y refrenar los movimientos revolucionarios.

Es entonces que el debate político e
ideológico entre los comunistas chinos y los comunistas
soviéticos se enmarcan en lo que Vivian Trías
califica de contradicción "que confronta a las
potencias socialistas entre si. "
Es decir, un
fenómeno nuevo que vivía el "campo socialista"
desde la revolución bolchevique de octubre del año
1917. Entrando en el continente latinoamericano más
concretamente en la zona del caribe se da un acontecimiento de un
gran impacto político en su momento. Como lo fue la
revolución cubana liderada por Fidel Castro en la mayor de
las islas del caribe en el año 1959. Esta
revolución repercutió fuertemente en todo el
continente latinoamericano.

Pero, comencemos por el principio de esta historia. El
26 de julio de 1953, un grupo de jóvenes cubanos con ideas
liberales, aunque con ansias reformistas, intentaron tomar por
asalto un cuartel de Santiago. Se agrupaban en torno al joven
abogado Fidel Castro y aspiraban a derrocar al dictador Fulgencio
Batista. La operación, que aspiraba sucesivamente a la
toma de un cuartel, de una ciudad, de una provincia y del
país entero, fracasó. Los supervivientes
después de haber pasado por las cárceles de
Batista, se reagruparon en México, donde en 1956
prepararon el desembarco en la isla. Con ellos se encontraba ya
el médico argentino Ernesto Guevara más conocido
con el apodo del "Che", que escapó de Guatemala en la
caída del gobierno progresista de Arbenz.

El 2 de Diciembre de 1956, Fidel Castro se
trasladó de nuevo a Cuba. Solo quedaron 12 supervivientes
entre las 82 personas que salieron de México en el yate
"Granma". En la vecina Sierra Maestra, Oriente, se reagruparon y
desencadenaron la guerrilla contra el dictador. Los guerrilleros
castristas de la Sierra Maestra mantuvieron con el tiempo un
vinculo que no tubo ajeno a sufrir contradicciones con las
fuerzas políticas y sociales que luchaban contra la
dictadura en las ciudades particularmente en La
Habana.

En Enero del año 1959, el ejército rebelde
victorioso se instalaba ya en La Habana. Las primeras medidas del
nuevo primer ministro, Fidel Castro, serían la rebaja de
los alquileres y la abolición del juego. Definió su
futura política como un nuevo humanismo: "Ni pan sin
libertad ni libertad sin pan."
Será a partir del 17 de
Mayo cuando dicte la reforma agraria, y cuando los EE.UU. y los
terratenientes cubanos empiecen a inquietarse. En Octubre,
aviones sin identificar, provenientes de Florida, incendiaron con
bombas las plantaciones. Castro empezaba a resultar un dirigente
incómodo, que incluso firmaba un contrato para la
adquisición de petróleo a la URSS, carburante que
las refinerías de propiedad norteamericana se negaron a
tratar.

Empezaban a reconocer su error los que habían
visto en Fidel Castro a un golpista más. El 6 de Junio de
1960, los EE.UU. suspendía la cuota azucarera cubana. Las
nacionalizaciones de empresas norteamericanas es el hecho
fundamental de ese periodo en Cuba, que ya había
proclamado su voluntad de estrechar sus relaciones con los
llamados países socialistas, ve interrumpidas el 3 de
Enero de 1961 sus relaciones con los EE.UU., que en el mes de
Abril patrocinarían el desembarco en bahía de los
Cochinos por parte de mercenarios cubanos anticastristas. El 1 de
Mayo, la República de Cuba se proclamará
socialista, y el 1 de Diciembre se rectificará el
carácter marxista-leninista de la
revolución.

El garrote norteamericano adoptará formas
más sinuosas: el boqueo económico de la isla. El 31
de Enero de 1962, en el lujoso balneario uruguayo de Punta del
Este, Cuba es expulsada de la Organización de Estados
Americanos (OEA). Sólo cuatro países mantienen
relaciones con la isla caribeña. Chile, Bolivia, Uruguay y
México. En Octubre de 1964, la OEA acuerda en Washington
sanciones colectivas. Sólo México resiste a las
imposiciones norteamericanas. Los demás, sometidos al
vasallaje y al compromiso, ceden a la política de
represalias. El ejemplo de la revolución cubana
según la visión geopolítica norteamericana
constituía una amenaza permanente para la estabilidad
continental. Es decir, la revolución castrista
ejercía una gran influencia política e
ideológica sobre gran parte de los grupos y partidos de
izquierda latinoamericanos y especialmente en la juventud
universitaria.

Como bien lo dijo el comandante Ernesto Che Guevara
"Nunca en América se había producido un hecho de
tan extraordinaria características, tan profundas
raíces y tan trascendentales consecuencias para el destino
de los movimientos progresistas del continente como nuestra
guerra revolucionaria. A tal extremo, que ha sido calificada por
algunos como el acontecimiento cardinal de América y el
que sigue en importancia a la trilogía que constituyen la
Revolución rusa, el triunfo sobre las armas hitlerianas
con las transformaciones sociales siguientes, y la victoria de la
Revolución china."

Al presidente norteamericano Kennedy no se le ocultaba
que el descontento de las masas era el mejor caldo de cultivo de
un nuevo proceso revolucionario castrista. Para evitar que
surgiese y tener que acudir entonces con la comprometida
presencia militar, Kennedy propondría la Alianza para el
Progreso, por la que se destinarían 20.000 millones de
dólares en los próximos diez años en obras
de infraestructura y desarrollo en los veinte países
firmantes de la Carta de Punta del Este en el año 1961.
Seria el presidente norteamericano Nixon el que enterrase
definitivamente la Alianza para el Progreso, después de
haber comprobado su fracaso.

En 1970, el descontento en los países de
Latinoamérica era todavía mayor, el dinero de
Washington había sido mal administrado, la deuda exterior
había aumentado y la tasa de crecimiento era
reducidísima. Los países amigos de los EE.UU.
reclamaban ahora una mejor redistribución de las materias
primas y acusaban a la Alianza para el Progreso de ser un
cataplasma para un tumor canceroso, cuando no un instrumento de
penetración manejado por el departamento de Estado y por
Wall Street. Ya desde sus primeras dificultades con EE.UU; la
Cuba castrista alentó la insurrección armada en
América Latina. Hasta el año 1968, La Habana no
apoyó otra vía de liberación que la guerra
de guerrillas rurales. Los cubanos castristas anatematizaron a
los partidos comunistas latinoamericanos que dentro de cada
país intentaban mantenerse en la legalidad "burguesa",
dirigiendo sus dardos verbales contra la URSS por los
créditos concedidos a los que La Habana calificaba de
regímenes oligárquicos y represivos, y por el papel
dirigente que intentaba desempeñar en el movimiento
comunista mundial. Moscú veía en la guerra de
guerrillas rurales una forma peligrosa e infantil de
aventurerismo. Para encender un foco guerrillero en algún
lugar de América Latina, abandono el comandante Ernesto
Che Guevara, en 1965, todos los cargos que le otorgara el
régimen castrista, recordando en un mensaje llegado a La
Habana, que es necesario crear "dos, tres, varios
Vietnam…"

En ese mismo mensaje Ernesto Che Guevara dice lo
siguiente "En definitiva, hay que tener en cuenta que el
imperialismo es un sistema mundial, última etapa del
capitalismo, y que hay que batirlo en una gran
confrontación mundial. La finalidad estratégica de
esa lucha debe ser la destrucción del imperialismo. La
participación que nos toca a nosotros, los explotados y
atrasados del mundo, es la de eliminar las bases de
sustentación del imperialismo: nuestros pueblos oprimidos,
de donde extraen capitales, materias primas, técnicos y
obreros baratos y a donde exportan nuevos capitales –
instrumentos de dominación – , armas y toda clase de
artículos, sumiéndonos en una dependencia absoluta.
El elemento fundamental de esa finalidad estratégica
será, entonces, la liberación real de los pueblos;
liberación que se producirá, a través de la
lucha armada, en la mayoría de los casos, y que
tendrá, en América, casi indefectiblemente, la
propiedad de convertirse en una revolución socialista. Al
enfocar la destrucción del imperialismo, hay que
identificar a su cabeza, la que no es otra que los Estados Unidos
de Norteamérica. "

Para el comandante Ernesto Che Guevara la lucha contra
el imperialismo yanqui enemigo principal de los explotados y
dominados del mundo particularmente de los latinoamericanos, se
lleva adelante haciendo la revolución mediante la
vía armada para instaurar el socialismo en el continente
latinoamericano. La lucha antiguerrillera, sin embargo,
evolucionaba hacía por las más perfectas. Los
militares latinoamericanos pasan ahora varios meses en escuelas
norteamericanas de lucha antisubversiva, en la que los agregados
en las legaciones estadounidenses son verdaderos especialistas.
Las guerrillas sufrieron repetidos reveses en toda América
Latina y el día 8 de octubre de 1967 las autoridades
bolivianas pudieron comunicar que habían capturado y dado
muerte al propio comandante Ernesto Che Guevara.

La influencia que la muerte de Guevara pudo ejercer
sobre La Habana para que allí adoptase una nueva
estrategia, resulta difícil de saber. Lo evidente es que a
partir de ahora, las solemnes declaraciones de apoyo al
movimiento guerrillero se irán mitigando, y que los puntos
de vista de los cubanos castristas se acercarán al
realismo soviético. Cuba, a la postre, le costo a la URSS
un millón de dólares diarios, que, como
reconocerá Fidel Castro a partir de 1968, le permitieron
sobrevivir, La Habana apoyaría ahora procesos como el de
la Unidad Popular de Chile, salido de unas elecciones,
descalificando a los que se encuentran a la izquierda del mismo,
y el que ponen en marcha los militares reformistas
peruanos.

En la década de los sesenta del siglo pasado los
EE.UU. a través de la administración
demócrata llevaron adelante planes intervencionistas en
diferentes planos (político, económico, militar y
cultural) para influir en la opinión publica, en las
elites (culturales y económicas) y en los gobiernos de los
diferentes países latinoamericanos. Este intervencionismo
tenía como objetivo que Latinoamérica siga siendo
en términos geopolíticos el "patio trasero" de los
EE.UU. Es decir, que los gobiernos latinoamericanos y sus
sociedades sean aliados políticos e ideológicos y
militares al imperialismo yanqui.

Esto se acentuó cuando la revolución
cubana y sus lideres más representativos Fidel Castro y
Ernesto Che Guevara adquirieron un gran prestigio e influencia
política ideológica principalmente en las
juventudes universitarias de América Latina. El ejemplo
cubano se lo veía como modelo a tener presente por la
nueva izquierda Latinoamericana que criticaba las posiciones que
adoptaban los partidos comunistas del continente ante el debate
de las vías o caminos que debía adoptar la
revolución en América Latina.

Esta efervescencia juvenil que tocaba todas las esferas
de la sociedad llevo a que los gobiernos de los EE.UU. lanzaran
una contraofensiva siendo la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) el instrumento fundamental para realizar la gran tarea. Es
por eso que la CIA en colaboración con las policías
locales de los países de América Latina las
entrenaba en el combate e infiltración de los gremios
obreros y movimientos estudiantiles. Les enseñaban a
torturar estudiantes y obreros izquierdistas. Como también
en patrocinar fundaciones para atraer a los intelectuales
latinoamericanos.

En plano militar se entrenaban a los militares de toda
América Latina en la Escuela de las Américas. Estos
entrenamientos se centraban en enseñar a los alumnos
militares las estrategias y tácticas de la lucha
antiguerrillera para enfrentar con eficacia y eficiencia a las
guerrillas urbanas y rurales izquierdistas. Que actuaban en
diferentes países latinoamericanos. Esto se hacía
con la complicidad de gobiernos de derecha aliados a los EE.UU.
en la lucha contra los movimientos y partidos izquierdistas. En
resumen, los EE.UU. ante el avance de la revolución
castrista en Cuba y de los movimientos y partidos de izquierda
antiimperialista decide pasar a la contraofensiva y derrotar este
avance tratando de intervenir en los asuntos internos de los
países latinoamericanos. En los ámbitos
político, cultural y militar.

Otro fenómeno que se da en el plano de la
economía en el mundo capitalista es una
norte-americanización de la economía mundial debido
a que los EE.UU. se convierten en la potencia integradora y
hegemónica del mundo capitalista. Esta
norte-americanización de la economía capitalista
mundial se instrumenta a través de la conformación
de un nuevo sistema monetario (Gold Exchange Standard) sustentado
en el "patrón dólar" pieza clave de este proceso
hegemónico. A esto, se le añade el Plan Marshall
concebido para ayudar financieramente a las economías
europea y japonesa.

Dado, que tanto una como otra se encontraban deseosas de
tener dólares y que las corporaciones norteamericanas
invirtieran en sus mercados nacionales. En definitiva, es la
aplicación de estas políticas por parte de los
EE.UU. hacia Europa occidental y Japón. Que
norte-américa se convierte en la potencia integradora y
hegemónica de este nuevo modelo capitalista. Que es el
capitalismo monopólico-estatal. Como bien dice
Vivián Trías:

"La integración mundial del capitalismo se
produjo después de la segunda guerra, pero no por
acuerdos, o pactos, o convenios, sino merced a la vigencia del
desarrollo desigual que rigió la expansión de esa
potencia, los Estados Unidos, como eje integrador del capitalismo
mundial. La ley del desarrollo desigual jamás había
operado tan a favor de la Unión, como estos últimos
años. Hemos seguido prolijamente, casi paso a paso, el
procedimiento gestador del fenómeno. La integración
mundial del capitalismo equivale a la
"norte-americanización" de la economía
internacional desde una cara y a la "internacionalización"
de la economía norteamericana desde la
otra."

Esta dialéctica como señala Trías
de la "norte.americanización" de la economía
internacional y la "internacionalización" de la
economía norteamericana alcanza su auge en el llamado boom
Kennedy- Johnson en la década de los sesenta del siglo
pasado. Este boom económico tiene sus causas y
Trías lo analiza de la siguiente manera:

"¿Cuáles son las causas de este
excepcional boom que lleva el nombre de los presidentes de la
época, Kennedy- Johnson? 1) Todos los factores
antidepresivos que hemos analizado más arriba mantienen su
vigencia y algunos que parecían agotarse en el lapso
critico 1958- 1961, se revitalizan influidos por los resultados
de otros factores nuevos. 2) Entre estos últimos, se
destaca la política de desgravación de impuestos
enérgicamente aplicada por las administraciones
demócratas de 1960 a 1968. 3) A comienzos de los "60 se
produce una nueva oleada armamentista, similar a la de principios
de los "50. La guerra de Vietnam se agrava. Se hace más
ostensible y necesario para el régimen, el rol de gendarme
del capitalismo internacional que desempeñan los Estados
Unidos. 4) La "explosión tecnológica" alcanza su
cenit en esta década. Como lo veremos, ello se vincula a
la "norte-americanización" de la economía
internacional. 5) Lo decisivo, a nuestro entender, es el ritmo de
vértigo de la expansión imperial norteamericana. Es
justamente en los "60 que maduran las superestructuras
político- jurídicas de la integración
mundial de la economía, el proyecto del Gran Designio
propuesto por Kennedy, los frutos del Mercado Común
Europeo y de la Asociación de Libre Comercio y el
desarrollo de los instrumentos integracionistas
latinoamericanos."

Todas estas causas recién citadas están
interrelacionadas entre si. Pero hay una que es decisiva como
señala Trías. Es la maduración en la
década de los sesenta del siglo XX las superestructuras
político- jurídicas de la integración
mundial de la economía, el proyecto del Gran Designio
propuesto por Kennedy, los frutos del Mercado Común
Europeo y de la Asociación de Libre Comercio y el
desarrollo de los instrumentos integracionistas
latinoamericanos.

Hay otro fenómeno económico que es la
"norte-americanización" de la banca internacional. En
relación a esto y a sus causas Trías dice lo
siguiente:

"También la banca internacional se ha
"norte-americanizado" así como la banca norteamericana se
ha "internacionalizado". Varias causas se han conjugado en ese
proceso. 1) La extensión del poder militar de Estados
Unidos a todo el mundo capitalista, lo que requiere
financiación. 2) La hegemonía industrial y
tecnológica norteamericana a escala mundial. 3) La
"dictadura del dólar" en el sistema monetario
internacional. 4) El desarrollo de las corporaciones
trasnacionales en la esfera bancaria. 5) La crisis del
dólar, el desbalance en la cuenta de pagos americana, lo
que impulsa a los banqueros yanquis a buscar, afanosamente
recursos en los mercados de capitales de todo el mundo para
financiar el funcionamiento y la expansión del
imperio."

Es así que estas causas recién citadas que
señalan el proceso de "norte-americanización" de la
banca internacional y a su vez su "internacionalización".
Es un rasgo más de que los EE.UU. es la potencia
integradora y hegemónica del mundo capitalista. A esto no
están ajenos los países dependientes y
subdesarrollados del tercer mundo incluidos los latinoamericanos.
Estos están sometidos en su gran mayoría
según la correlación de fuerzas de la lucha de
clases en cada sociedad a diferentes niveles de
explotación económica y dominación
política. Por parte del imperialismo yanqui asociado a las
oligarquías nativas.

En relación a este proceso Trías dice lo
siguiente:

"La tendencia integracionista del capitalismo
monopólico-estatal también alcanza, por supuesto, a
los países dependientes del Tercer Mundo. Se traduce,
precisamente, en una implacable sistematización y
perfeccionamiento de la explotación de aquellos. Cada vez
son más frecuentes las asociaciones de las corporaciones
transnacionales para explotar los recursos y el trabajo de tal o
cual nación tercermundista. Vale decir, el fenómeno
imperialista se "internacionaliza" y lo hace de acuerdo a la ley
del desarrollo desigual, integrando a las potencias secundarias
al eje de la potencia dominante."

De lo citado se desprende que para Trías el
fenómeno imperialista se "internacionaliza" y lo hace de
acuerdo a la ley del desarrollo desigual, integrando a las
potencias secundarias al eje de la potencia dominante.
Además, de la implacable sistematización y
perfeccionamiento de la explotación de los países
dependientes y subdesarrollados del tercer mundo debido a la
tendencia integracionista del capitalismo
monopólico-estatal. Que esta encabezado por los
EE.UU.

En Latinoamérica el tema de la integración
esta en el orden del día. Una integración de los
países latinoamericanos que se plantea funcional a la
política integracionista de los EE.UU. En este sentido
Trías dice lo siguiente:

"El equilibrio de poderes como principio esencial de
la política imperialista es abandonado, gradualmente, por
el integracionismo, por la "norte-americanización" del
poder internacional. Es el resultado natural del extraordinario
desarrollo de las fuerzas productivas. El equilibrio de poderes
corresponde a un cierto grado de crecimiento de aquéllas,
que se expresa en la vigencia irrestricta de los estados
nacionales ricos; es un mundo pluripotencial, en que las
contradicciones inter-imperialistas determinan el sentido de la
historia. Pero la "norte-americanización" de la
economía internacional y la "internacionalización"
de la economía norteamericana, provocan la caducidad de
aquella arquitectura política."

Es así que, en la década del sesenta del
siglo XX además de la Alianza para el Progreso lanzada por
la administración Kennedy se crea la Asociación
Latino-americana de Libre Comercio (ALALC). Propuestas diferentes
entre si pero tienen el denominador común de no cuestionar
el poder imperial de los EE.UU. sobre el continente
latinoamericano. Están enmarcadas dentro del sistema
capitalista de producción. Sin poner en "jaque mate" a la
dependencia y el subdesarrollo que azota a los países
latinoamericanos.

Otro fenómeno que experimenta el continente
latinoamericano en la década de los sesenta del siglo XX
es la inestabilidad política en muchos de sus
países. Que en algunos de estos desembocaron en dictaduras
vico-militares. El caso paradigmático de
dictadura cívico-militar en Sudamérica es la
República Federativa del Brasil. El 31 de Marzo de 1964
los militares dan un golpe de estado apoyado por el gobierno de
turno de los EE.UU. encabezado por el presidente Johnson. Contra
el presidente constitucional Jango Goulart. Que era un gobierno
nacionalista y reformista.

El golpe de estado dado por los militares
brasileños es de derecha de raíz anticomunista de
neto corte oligárquico y aliado al imperialismo yanqui. El
comandante Fidel Castro hace un brillante análisis del
gobierno de Goulart y del golpe de estado. Es así que,
dice lo siguiente:

"Y los hechos del Brasil lo demuestran: decir que
Goulart era comunista es en realidad el colmo. El Presidente
destituido de Brasil trataba de realizar una serie de reformas
sociales, de esas mismas reformas que hipócritamente
defendían los propugnadores de la Alianza para el
Progreso. Brasil es un país enorme, cuya población
crece extraordinariamente, y es un país saqueado por los
monopolios yanquis. Goulart no hizo una Reforma Agraria como la
nuestra, estableció ciertas medidas imprescindibles para
evitar la salida de divisas del país. No es que prohibiera
la salida de divisas, sino que limitaba las ganancias que
podían extraer los monopolios norteamericanos; no es que
hiciera una ley contra el latifundio, sino hizo una ley contra
los latifundios que estaban a la orilla de las carreteras; no es
que nacionalizara las empresas yanquis, nacionalizó
algunas empresas de servicios públicos y algunas empresas
petroleras. Sin embargo, el Presidente Goulart fue derrocado por
un golpe de cariz reaccionario, uno de cuyos principales cerebros
fue el hombre más reaccionario de este Continente; un
señor que, incluso, como solución al problema de la
mendicidad en Río Janeiro donde es gobernador, como
solución, propugnaba la eliminación física
de los pordioseros, que es lógico que allí abunden
como todo país subdesarrollado y explotado; un
señor de mentalidad fascista, el gobernador del Estado de
Guanabara, Lacerda, o "el cerdo", como lo quieran llamar. Y esos
elementos, aliados a los elementos reaccionarios de las Fuerzas
Armadas, llevaron adelante el plan golpista fraguado por el
Pentágono y el Departamento de Estado Yanqui. Y estas
cosas hay que decirlas con toda claridad cuesten lo que cuesten.
Si los imperialistas creen que nosotros vamos a callarnos
nuestras opiniones sobre el Golpe de Estado están muy
equivocados. Lo que tenemos es que venir a denunciar la
naturaleza de ese movimiento, lo que tenemos que hacer es
denunciar los propósitos de ese movimiento. Y ese Golpe de
Estado no fue sólo un Golpe contra Brasil, fue un Golpe
contra el Continente, fue un Golpe, desde luego, que forma parte
de la estrategia a largo plazo del imperialismo contra Cuba, fue
un Golpe no sólo contra Brasil sino también contra
Cuba. Pero no fue un Golpe sólo contra Cuba Socialista y
Revolucionaria, fue un Golpe contra el movimiento
democrático, no ya el movimiento izquierdista, no ya el
movimiento socialista, no ya el movimiento comunista. ¡No!
¡Fue un Golpe, incluso, contra las fuerzas progresistas, no
socialistas y no comunistas!

Lo resaltable del largo análisis del comandante
Castro es que el golpe de estado dado por los militares
brasileños derechistas contra un gobierno constitucional
en Brasil y por ser un país continente fue un golpe contra
el continente latinoamericano. Los militares golpistas
brasileños estaban dispuestos a que su país
jugará el status-rol de sub- imperio privilegiado por los
EE.UU. en Latinoamérica. Otro golpe de estado importante
dado por los militares es el que se da en la República
Argentina. El 28 de Junio de 1966 el Teniente General Juan Carlos
Onganía accede al poder en la Argentina encabezando un
golpe de estado cívico-militar de derecha contra el
gobierno constitucional de origen radical liderado por Arturo
Illia.

Las causas del golpe de estado dado por los militares
argentinos son de índole económica (la
anulación de los contratos petroleros con las
compañías extranjeras) y de disputa por el
liderazgo de Sudamérica con Brasil. Es decir, los
militares derechistas argentinos le reprochaban al presidente
Illia el dejar que Brasil adopte libremente el status-rol de
país sub, imperialista de América del Sur. Para
ellos la Argentina tenía que asumir ese
status-rol.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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